sábado, 1 de noviembre de 2014

(104) Leonardo da Vinci. Cuadernos. H. Anna Suh

Un libro bastante curioso.
La forma habitual que tenía Leonardo de escribir sus pensamientos y diseños consistía en una serie de libretas y hojas sueltas en las que vertía todas sus investigaciones de forma bastante desordenada, mezclándolo todo.
En general suele haber dibujos mejor o peor bosquejados, junto a párrafos de texto relacionados con él, cuando no text que nada tenía que ver.
Este libro recoge la combinación de ambas cosas. Introducciones a cada sección aparte, aparece una selección de sus trabajos acompañada del texto que lo rodeaba, traducido al castellano y relacionado con el dibujo mediante la numeración de éstos.
No presenta las hojas completas, sino que son fragmentos relacionados unos con otros. Por ejemplo, en la sección de arte aparecen varias descripciones sobre cómo pintar batallas, y a su lado Leonardo dibujaba o bosquejaba varios bocetos en explicación del texto.
No es un trabajo de investigación, es una recopilación de lo mejor del genio, y sólo por ver los dibujos ya vale la pena tener el libro.

Se trata de una edición encuadernada en tapa dura, con las hojas cosidas (por lo que se puede abrir sin miedo), papel color crema de mucho gramaje, posiblemente reciclado (pero apenas se nota), y tiene un precio más que asequible. 

martes, 28 de octubre de 2014

(103) Superficiales, Nicholas Carr

Pese a no compartir por completo la tesis del autor, es cierto que dice cosas muy interesantes. 
Básicamente este hombre viene a explicarnos que Internet está produciendo una serie de cambios en nuestro cerebro, potenciando por ejemplo el realizar muchas tareas de forma simultánea (es un decir, siempre será una detrás de otra, pero con cambio fácil y rápido entre ellas), reduciendo el nivel de atención y de retención, así como acortando e incluso eliminando la memoria a largo plazo.
Cita varios estudios, todos ellos centrados en cómo nos movemos por internet, con ese cambio rápido entre páginas web, las notificaciones de los teléfonos, el estar continuamente revisando el correo elctrónico, la dependencia de las redes sociales.
También comenta que nuestra memoria a largo plazo ahora es internet, dejando solo la inmediatez en nuestro cerebro, de modo que usemos la red para recuperar esa información que anteriormente se almacenaba en nuestra memoria. 
Comenta que se está perdiendo la lectura reposada de libros y la reflexión sobre los mismos, cambiándose por una especie de vistazo rápido para luego olvidar de forma inmediata. Vivimos al momento, rodeados por los rápidos eventos obtenidos de la tecnología adyacente, con pasadas rápidas sobre la gran avalancha que nos inunda.
Hasta ahí la tesis la comparto por completo, con lo que no estoy de acuerdo es que eso nos esté pasando a todos. Yo sigo leyendo incluso más que antes, técnicamente hablando no tengo problema en leer textos largos en el navegador (en general los añado a un sistema de leer-después y cuando estoy tranquilo es cuando realizo su lectura), incluso mantengo mi “libreta de notas” (en realidad varias) al más puro estilo decimonónico. 
No sé, yo ahora tengo más oferta para leer, más oferta para conseguir esa profundidad de estudio que hace unos años no tenía. Digamos que ahora puedo llegar al nivel que quiera en lo que quiera. Todo está al alcance de la mano, tan solo hay que cogerlo. Hace unos años, si tenías suerte, podías conseguir algo de lo que te interesaba. Ahora tienes abiertas miles de librerías online, museos con sus catálogos digitalizados, puedes, incluso, navegar en las fuentes originales si así lo deseas.

Y por supuesto conmigo mucha otra gente que conozco hace lo mismo, así que, como siempre, no a todos se aplica el mismo rasero.

sábado, 25 de octubre de 2014

(102) El universo matemático de Martin Gardner, Temas Investigación y ciencia

En este Temas de la revista Investigación y ciencia nos encontramos con lo que ya es habitual en la colección: una recopilación de artículos ya publicados en números anteriores de la revista madre, y alguno que otro original o que, habiendo sido publicado en la hermana americana, en su momento no se hizo aquí.
Es el caso de los dos primeros, que son una pequeña semblanza del incito Martin Gardner y poco más. Personalmente creo que Gardner tiene artículos mejores y con más fundamento que los descritos, aunque algunos sí que son interesantes, al menos localmente ya que, por ejemplo, uno de ellos trata sobre el escultor español, ya fallecido, Miguel Ortiz Berrocal.
También aparece el artículo en el que se describe el sistema RSA incluso antes de que estuviera listo para su uso, amén del casi tan famoso sobre los embaldosados de Penrose, los flexágonos o el programa Vida de Conway. 
Otro grupo de re-visitaciones son los comentarios al libro GEB (que personalmente ni fu ni fa, todo ello demasiado traído por los pelos) de Hofstadter, o ¿Cómo se llama este libro?, que leí en su momento y que, pese a que me gustó mucho en sus inicios, terminó cansándome tanta vuelta de tuerca sobre acertijos lógicos. Quizás lo leí demasiado deprisa y de un tirón.
Algunos otros son mero relleno que no tienen ni han tenido mucha relevancia, conteniendo meras enumeraciones de acertijos con su solución final.
No obstante hay un artículo que me ha llamado mucho la atención. Aparece casi al final con el título de Políticas Fiscales, la curva de Laffer y otras gracias de nuestra economía de tipo mixto. Mientras lo iba leyendo me preguntaba que qué hacía algo así dentro de esta recopilación gardneriana ya que, si bien podría haber tenido interés en su momento, ahora seguro que no.
Hasta que caí en la cuenta de que se aplica a nuestro momento económico actual, nuestra crisis y nuestros políticos españoles y europeos que parece que no sólo no saben qué medios aplicar para sacarnos de ella, sino que parece que lo están haciendo fatal porque se dice que vamos abocados a una nueva recesión.
El hecho de que vaya en conjunción con los créditos de la revista me ha hecho pensar que ha sido puesto ahí con toda la intención del mundo. Si es así, si no se trata de una paja mental mía, olé por la editorial.

En resumen, un número que vale la pena comprar y leer… si no tienes los números originales y/o si no has comprado el número de octubre de Investigación y ciencia, porque el único artículo original está repetido en las dos con pequeñas variaciones. 

lunes, 20 de octubre de 2014

Atlas ilustrado de las máquinas de Leonardo, VV.AA.

Este es un libro profusamente ilustrado  casi diría que enteramente ilustrado, en el que, en conjunto con pequeñas reseñas histórico-biográficas de Leonardo da Vince, se nos explica el funcionamiento y el posible resultado final de muchas de las máquinas que inventó.
El libro está dividido en varias partes cada una de ellas dedicada a un área de estudio, desde las máquinas voladoras hasta los ingenios teatrales pasando por sus inventos militares o sus compases.
Luego, dentro de cada sección, primero se nos presenta una página con los dibujos originales para luego pasar a reconstruir, de forma infográfica y con una gran calidad, diversos despieces y posibles resultados finales de la máquina construida.
Algunas imágenes contienen algunos elementos supuestos y consensuados por todos los estudios, ya que muchos dibujos están o bien incompletos o bien deteriorados.
Sólo en el caso del famoso automóvil los autores se desligan -y creo que con bastante razón- de lo establecido al afirmar que dicho artefacto no es más que un objeto teatral que debía entrar en escenario de forma automática y programada.
Nada se dice sobre lo que se sabe sobre la construcción real de dichas máquinas en la época del autor excepto que una vez tubo problemas con unos de sus mecánicos, que al parecer le robó -o pretendía robarle- sus diseños.
El libro está muy bien pese a que algunas veces la imaginación de los autores parece un tanto desbordada en las supuestas visualizaciones finales, pero tampoco podemos negar categóricamente que las suposiciones fueran erróneas ya que, en otros momentos, afirman sin lugar a dudas que algunas de las máquinas no podían funcionar si estaban exactamente basadas en los diseños que aparecen en las páginas originales.
De todos modos, he recogido una lista de erratas y otros gazapos, amén de algunas inconsistencias que muyh bien podrían no serlo.
  1. Página 55. Lo que a todas luces es una errata, ya que no creo que Leonardo estuviera vivo en 1940. Más bien debería poner 1490.
  2. Página 97, Figura 4. No se explica, en absoluto, cómo ese soporte en forma de ele y la planca sobre unos tablones podía subir el cañón a su transporte. Por el dibujo (tanto el original como la infografía), lo más seguro es que el cañón saliera rodando.
  3. Página 104. Todas las catapultas, tanto en el diseño infográfico como en la hoja original, no tienen tope para frenar el lanzamiento de la palanca, por lo que o bien el frenado se hace por los mismos elementos elásticos (muy imrobable) o bien a ambos (Leonardo y los autores) se les olvidó indicar el frenado.
  4. Página 122. No se explica la composición de la munición explosiva que va en el interior del proyectil original. Ignoro si los autores son los que lo han omitido o lo hzo el propio da Vinci.
  5. Página 135. El diseño de la sierra es completamente no funcional a todas luces, cosa que los autores omiten. Un canalillo de agua tan reducido no puede hacer que una cuchilla de sierra tenga la fuerza suficiente para cortar el tronco, y el avance automático del mismo tampoco es muy realista.
  6. Página 145. En la reconstrucción virtualizada aparecen dos ruedas de engranajes, metálicas y completamente fuera de época (por lo pequeño y perfecto del dentado, similar a los modernos con su arqueado) y que a su vez no aparecen en el diseño de Leonardo.
  7. Página 158. La caída del lodo sobre la barcaza cuando éste sale del brazo en la draga no es muy realista. Pese a que la cuchara tiene una inclinación más o menos real es muy posible que el lodo se caiga o bien antes de llegar o bien vuelva al agua. Debería haber llevado algún mecanismo rotatorio que se hubiera activado en el momento justo.
  8. Página 229. En la prensa automática para imprimir hojas, aparece un brazo supuestamente protector para el cuerpo del oprario, pero debido a la altura del mismo lo más probable es que o bien sea un tope o bien un error de diseño de Leonardo, porque el mismo error aparece en el dibujo original.
Y eso es todo. El libro tiene 240 páginas satinadas a todo color, cuerpo cosido y tapa dura. Y por unos 15 euros en Casa del Libro.

domingo, 9 de junio de 2013

La edad de los prodigios, Richard Holmes

Estoy un mucho hasta las narices de libros que no son lo que prometen. Aunque sean buenos y resulten interesantes, me toca mucho los cojones que digan que tratan una cosa y la realidad sea completamente diferente.

El subtítulo del libro es Terror y belleza en la ciencia del Romanticismo, pero resulta completamente incorrecto. El título debería haber sido algo así como La edad de los prodigios británicos. Terror y belleza en la ciencia británica del Romanticismo británico visto desde un punto de vista completamente británico. Creo que es suficiente como explicación de lo que quiero decir.

Más que nada para que quede completamente claro de qué va el libro. Añadiría también que podríamos hablar de una historia de Joseph Banks, William Herschel y Humphrey Davy, que son los únicos científicos insignes que aparecen en el texto. Como secundarios tenemos a Byron, Shelley (la del Frankenstein y su marido), Keats… Incluso a Faraday, pero como secundario, sin comentar nada de sus inventos.

Visto lo leído, el libro no está mal, tiene sus cosas e incluso termina siendo hasta incluso interesante, al menos al principio, cuando uno todavía no se ha dado cuenta de la parcialidad del mismo.

Luego ya la cosa se lía un poco, porque parece ser que los únicos científicos insignes son los británicos. Nadie más, en aquella época, fue tan bueno, o tan inventivo, o tan genial, como los tratados. Vamos, que si por Holmes hubiera sido, sus islas y nada más.

El libro parece que pretende ser una especie de disculpa, de demostrar al mundo que después de Newton también hubo vida y que los británicos siguieron siendo grandes después de su grandísimo científico y que todo el resto del mundo los ha tratado de forma injusta. No se dice claramente, pero se deja entrever.

De todos modos, nada indica que los datos biográficos no sean ciertos ni estén sesgados. La parte que más me ha gustado ha sido la de Hershel y Mungo Park.

Ah, por cierto, otra entrada algo más blandita para con la obra pero también perfectamente válida: LA EDAD DE LOS PRODIGIOS – Richard Holmes

domingo, 15 de julio de 2012

(089) Steve Jobs. Un libro inspirador para los Jóvenes, Karen Blumenthal

La única cosa interesante de este libro frente a las cien mil biografías y estudios existentes sobre Steve Jobs y Apple consiste en que se centra más en Steve y en que su prosa es muy clara y limpia, sin los tapujos y revueltas varias que adolece, por poner un ejemplo, la biografía oficial de Isaacson, que se entretiene en chorradas varias y encima las cuenta de forma barroca.

Tampoco intenta oscurecer ni enmascarar las facetas más oscuras del biografiado, pero tampoco sin pasarse mucho en los aspectos negativos.

Si cualquier otro libro sobre esta temática te resulta:

  • Demasiado pro Apple o pro Steve
  • Demasiado anti Apple o anti Steve
  • Demasiado centrado en la historia de Apple en lugar de la de Jobs
  • Trata pocos aspectos personales de Jobs y se enrolla en tonterías.

Este es tu libro. Si no, pues no es más que otra biografía con más o menos éxito de Jobs. Eso sí, mucho mejor escrita -o traducida, vaya usted a saber- que la de Isaacson, con la que es inevitable hacer comparación.

sábado, 16 de junio de 2012

The Clockwork Universe: Issaac Newton, the Royal Society and the Birth of the Modern Worldk, Edward Dolnick

Podríamos decir que este es la continuación de The Genesis of Science ya que empieza más o menos donde acaba éste. 

Lo compré pensando que era una historia de la Royal Society inglesa, pero en lugar de ello y pese al título, se centra más bien en el período histórico que va desde Copérnico hasta más o menos la muerte de Newton, y sobre todo ambientado en la cultura anglosajona, como no podría ser de otra forma.

En comparación al anterior, éste está mejor escrito y cubre el período de forma más o menos temática y luego cronológica, desde los aspectos sociales de la época, pasando por los médicos, de ciencias naturales y finalmente matemáticos y físicos.

Sin aportar nada nuevo sobre el período, sí que puede ser un buen punto de entrada para comprender el nacimiento de la ciencia tal y como la conocemos hoy en día.